Si estás buscando un lugar donde disfrutar de unas tapas deliciosas en Cartagena, no puedes dejar de visitar La Alacena de María, un pequeño bar en Pl. Castellini, 1, bajo. Este restaurante mediterráneo ha conquistado a muchos comensales y lo entendimos pronto: las marineras alacena y las de boquerón son simplemente las mejores que hemos probado por aquí. Por supuesto, no podemos olvidar el tataki de atún y esos profiteroles de sardina que te dejarán pidiendo más. ¡Un verdadero festín para el paladar!
El trato es realmente espectacular; te hacen sentir como en casa en seguida. No hay duda de que volveremos a por más, especialmente para repetir esa tarta de queso que estaba para morirse. La Alacena de María no solo ofrece un ambiente acogedor, sino que cada plato tiene su propia historia y amor en la cocina. Así que ya sabes, si tienes antojo de una buena comida y momentos agradables, ¡este es el sitio ideal! ¡Gracias, María!
La alacena de María
Horarios La alacena de María
Día | Hora |
---|---|
lunes | 12:30–16:0020:30–23:30 |
martes | 12:30–16:0020:30–23:30 |
miércoles | 12:30–16:0020:30–23:30 |
jueves | 12:30–16:0020:30–23:30 |
viernes | 12:30–16:0020:30–23:30 |
sábado | 12:30–16:0020:30–23:30 |
domingo | Cerrado |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación La alacena de María
Dónde se encuentra La Alacena de María en Cartagena
¡Hola, foodies! Quiero contarles sobre mi experiencia en La Alacena de María, un bar de tapas que se encuentra en Pl. Castellini, 1, bajo, 30201 Cartagena, Murcia. Fui con un grupo de amigos porque nos habían recomendado este sitio, pero me da la impresión de que quizás es un lugar que ya ha pasado su mejor momento.
Primero, la reserva fue un tema, ya que al llamar nos dijeron que solo no tenían paté, pero al llegar nos dimos cuenta de que la carta real difiere bastante de la que aparece en su web. Ojo con eso, porque te puedes llevar una sorpresa. El lugar es recontra pequeño, así que aunque éramos 7, prácticamente ocupamos toda la entrada. Y aquí viene lo peor: desde que pedimos, tardaron una hora en empezar a traer nuestros platos. ¡Increíble! La espera fue eterna y la comida llegó de a poco. Al final, tardamos casi dos horas en comer un montón de platos que no nos volvieron locos. ¿A quién le gusta que sus amigos terminen de comer antes que tú? A mí, definitivamente no.
Hablando de la calidad de la comida, no puedo dejar de mencionar que no hay nada que destacar. De hecho, la pizza fue bastante floja, el bocadillo de albóndigas simplemente pasó sin pena ni gloria y las ensaladillas no resultaron ser lo que esperábamos… ¡qué desilusión! Las patatas con huevos rotos me dejaron un poco confusa, ya que llevaban la misma salsa que la insípida pizza. Sin embargo, tengo que ser justa, el comensal que se pidió la lasaña de verduras le dio buena nota. Pero el cucurucho de salmón… ¡vaya timo! Carísimo para lo que daba, que era más guacamole que salmón.
En cuanto a las bebidas, la variedad es limitada, probablemente relacionado con el tamaño del sitio. Al menos el vino blanco estaba genial, así que algo positivo había. Pero como guinda del pastel, al momento de pagar nos dicen que ¡no aceptan tarjeta! Así que nos tocó salir corriendo a buscar un cajero. Para colmo, si no eres de la ciudad, te vas a ver en un aprieto. En total, pagamos 150€ para 7 personas, y eso sin postre.
Así que, para resumir, si buscas buenas tapas en un ambiente acogedor en Cartagena, tal vez deberías mirar hacia otro lado. En resumen: La Alacena de María te queda en Pl. Castellini, 1, bajo, 30201 Cartagena. Pero mi recomendación es que busques otra opción. ¡Buen provecho!
Qué tipo de cocina ofrece La Alacena de María
Y bueno, ya te digo, La Alacena de María no es precisamente el lugar que vas a poner en tu lista de triunfos gastronómicos. Recuerdo que pedimos unas Gildas y el famoso cucurucho de guacamole, porque pensamos que sería un picoteo rápido para seguir la noche. ¡Pero que va! Casi 50 minutos esperando, y cuando llegaron, recibimos un par de cucuruchos pequeños que nos costaron 14€ cada uno. La ensalada de tomate era más bien un chiste malo, todo chiquitito y el tomate estaba en mal estado. Y ya ni hablemos del ambiente, que parecía sacado de una película de terror; la carta toda manchada y mi cuchillo más sucio que un taller. Ah, y como si eso fuera poco, no tienen datáfono. ¡A pagar en efectivo! ¿En el siglo XXI, en serio?
Ahora, en contraste, hay quienes han tenido una experiencia todo lo contrario. Escuché que ofrecen opciones sin gluten, lo cual es genial. Entonces, si tienes amigos celíacos, ¡anímales a que vayan! Tienen cerveza Daura y hasta pan sin gluten. Parece que el camarero es un encanto y la propuesta culinaria no está nada mal. Pizza de ternera y un tartar que ha tenido buenas críticas ni se diga. El ambiente puede no ser el mejor, pero, al menos, el servicio se lleva un 5.
Otra crítica que escuché sobre la última visita de grupo tenía sus cosas buenas también. La comida era riquísima, aunque claro, apareció un bichito en el plato de una compañera y, aunque lo recogieron sin mucha ceremonia, el gesto de la camarera era toda una obra maestra de la incomodidad. Para colmo, se llenó un poco demasiado y el ruido era monumental. Pero bueno, al final el menú de grupo salió por unos 38.5€, así que no todo fue malo. Personalmente, siempre he recomendado este sitio, a pesar de sus momentos raros.
Y cuando hablamos de la cocina que ofrece La Alacena de María, parece que navega entre tapas tradicionales y un par de propuestas más innovadoras, pero la ejecución parece ser el gran problema. Desde ensaladilla trufada que empieza bien hasta platos que caen en lo más común, no acaban de encontrar su emoción, aunque tampoco faltan algunas opciones para quienes tienen restricciones alimenticias. Pero claro, con tanta inconsistencia y tiempos de espera, la verdad es que podría ser un viaje arriesgado.
Cuáles son algunas de las tapas más recomendadas en este bar
Y después de todo este recorrido por La alacena de María, nos encontramos con una mezcla de sensaciones, ¿no crees? Por un lado, la comida no está mal, pero, chico, el servicio y el ambiente podrían dar un patadón para mejorar. Me acuerdo de que, mientras esperábamos, el baño de tiempo fue una odisea, especialmente con los huevos rotos que se demoraron más de media hora. Hay que decir que fuimos con altas expectativas por las reseñas, así que la pequeña desilusión estaba en el aire. Al menos el personal fue encantador, eso se siente bien, pero el ritmo en la cocina… un poquito flojo. Claramente, comida: 3, servicio: 1, ambiente: 2 no es el mejor balance que podríamos esperar.
Ahora bien, todo cambia al hablar de los momentos que valen la pena. En un rincón oculto del centro de Cartagena, me topé con un lugar que, honestamente, se siente como una joyita. El chef Javier Mateo nos atendió y, de alguna manera, nos hizo sentir en casa. Ese menú del día que probamos estaba de muerte súbita: una croqueta, una ensalada César con su aderezo casero, una corvina caldosa y unos cheesecake que, amigo, me hicieron cerrar los ojos de placer. Todo por $16.50 por persona, ¡un chollo para lo que recibimos! La frescura de los ingredientes y el sabor… simplemente espectacular. Sin duda, esto es lo que yo llamaría un 10/10.
Y si hablamos de ambiente, la tranquilidad de este sitio es pura magia. Es un lugar con encanto, perfecto para huir del bullicio. La ensaladilla trufada y esos churros de bacalao acompañados de la salsa OX son un must, solo que un pelín salados para mi gusto. Los huevos rotos con jamón y setas también son bastante famosos y me sorprendieron gratamente junto con el cachopo que pedimos al final. Aciertos tras aciertos, sin duda volveremos.
Para los que preguntan por las tapas más recomendadas, mirad: la ensaladilla trufada, los churros de bacalao y esos irresistibles huevos rotos son lo más. Así que ya sabéis, si os animáis a ir, probad esas delicias y disfrutad de un buen rato en compañía.
Qué platos destacan en el menú de La Alacena de María
Y hablando de La Alacena de María, ¿qué te puedo decir? Es simplemente un lugar espectacular. Cada vez que voy, quedo encantado con la experiencia. La última vez, repetí tres días seguidos, ¡y cada día había un menú diferente! La presentación era impecable y cada plato era una pequeña obra de arte, todo elaborado con ingredientes caseros y de calidad. Los camareros son súper atentos y realmente se nota que les importa tu experiencia. La relación calidad/precio es de diez, así que no te preocupes, te vas a ir satisfecho. Y lo mejor, por aproximadamente 20-30 € por persona, te encuentras en un paraíso gastronómico.
Si eres amante de los sabores únicos, definitivamente tienes que probar la ensaladilla trufada. Es un plato que ha sido mencionado tantas veces, que ya se ha vuelto un clásico en el menú. También, no te puedes perder la tabla de quesos ni el cachopo; esos han sido la estrella de mis últimas visitas. La atención es de primera, siempre están pendientes de que no te falte nada, y las recomendaciones no fallan. La atmósfera es tranquila, con un ambiente ideal para disfrutar de una buena comida en buena compañía.
A pesar de que he oído críticas sobre los postres, para mí, el punto fuerte es la cocina salada. Aunque es cierto que algunas cosas, como los calamares, pueden mejorar un poco, no puedo dejar de hablar de las croquetas, que son una maravilla. Me enamoré de la croqueta de temporada con leche de cabra; cada bocado es pura felicidad. Y si te animas a un sobremesa, el chupito de la casa es un must; se siente esa atención al detalle en cada trago. Sin duda, volvería una y mil veces solo por esos sabores.
Ah, y para responder a la pregunta del millón: ¿qué platos destacan en el menú de La Alacena de María? Sin duda, los imperdibles son la ensaladilla trufada, el cachopo, la tabla de quesos y las croquetas de temporada. Cada bocado es una explosión de sabores y, si eres como yo, ¡seguro que querrás probar más de un plato en tu próxima visita! Así que ya sabes, si pasas por Cartagena, este es un sitio indispensable que no te puedes perder. ¡Te va a encantar!
Cómo es el ambiente en La Alacena de María
Y hablando de La Alacena de María, hay que decir que es un lugar que siempre te deja con una sensación de curiosidad. Es un bar de tapas en el que realmente innovan con la cocina. Puede que algunos platos te sorprendan y otros no tanto, pero eso es parte de la emoción, ¿no? Siempre hay esa promesa de transformar lo habitual en algo más emocionante. Si quieres una opción asequible, no te olvides de su menú diario, que solo te cuesta 10€. ¡Una ganga!
La última vez que fui, pedí el carpaccio de solomillo y puedo decirte que está realmente exquisito. Las croquetas también son un must, bien cremositas y llenas de sabor. Eso sí, los calamares me decepcionaron un poco: aunque el sabor estaba bien, estaban un pelín secos para mi gusto. Ah, y el servicio, aunque un poco lento, era bien amable; siempre con una sonrisa y explicando cada plato con detalle, lo cual es un plus que se agradece.
Lamentablemente, no todo el mundo tiene la misma experiencia. He oído a algunos que no les fue tan bien. Contaron que el olor de la jarra de cerveza les arruinó la noche y que, además, no aceptaban pago con tarjeta. Eso es algo que debería solucionarse, porque un lugar con esas fallas en limpieza no va muy lejos, y lo siento porque tienen mucho potencial.
A pesar de las críticas, hay quienes han estado muy contentos y destacan el mimo y el amor que le ponen a cada plato. De hecho, un grupo de amigos que fueron recién me aseguró que repetirán sin duda. Comentan que el ambiente es acogedor y que la calidad del producto se nota a la legua. En cuanto al ambiente en La Alacena de María, te diría que es bastante amigable y relajado, perfecto para disfrutar de una buena comida y buena compañía. Ideal para una cena informal donde te sientas como en casa, ¡pero con tapas que te vuelven loco!
Cuál es la especialidad de la casa en La Alacena de María
Y hablando de La Alacena de María, ¡vaya joya que hemos encontrado! Este bar de tapas en Pl. Castellini, 1, es un lugar discreto, pero lo que hay dentro es impresionante. La comida es de 10, todo está tan bien elaborado que cada bocado es una explosión de sabores. Esa combinación de ingredientes que tienen, simplemente sobresale. Aunque la carta no es muy extensa, es perfecta tal y como está. ¡Y la atención! Inmejorable, de verdad.
Cuando fuimos, no pudimos resistirnos a probar varias cosas. ¡Las marineras clásicas y las especiales de la casa son imperdibles! Y ni hablar de las gildas de pulpo; esas son una delicia en cada bocado. Luego disfrutamos del tomate de Mazarrón con aceite de albahaca y aceituna deshidratada, que combina genial. Creo que las alcachofas con yogur especiado fueron mi plato favorito de la noche (¡la foto que tomé tiene que ser compartida!). Y por supuesto, los huevos estrellados con setas hicieron que nuestras papilas gustativas estuvieran en una fiesta. ¿Y qué decir del postre? La tarta de queso con queso especial de un pueblito cercano fue el broche perfecto. ¡No creo que pueda quedarme con un solo plato, porque todo estuvo increíble!
La verdad es que este sitio es 200% RECOMENDABLE. Te puedes dar un festín por un precio que ronda los 10-20 € por persona. Y no te preocupes si tienes alguna restricción alimentaria; son super flexibles y se adaptan a tus necesidades. Además, tienen todas las alergenos escritos en la carta, lo que siempre es un plus. Este es un lugar tranquilo y fresco, con un ambiente informal pero a la vez bastante serio en su cocina. Las ensaladillas y el ***tataki de atún*** son también opciones interesantes si te animas a ir.
Si quieres saber cuál es la especialidad de la casa, definitivamente tienes que probar la tarta de queso. No solo por el sabor, que es increíble, sino porque especia de lo que hacen con un queso artesano de la zona, hace que sea un bocadito que recordarás. Así que, si estás en Cartagena, ¡no dudes en buscarlo! Estoy deseando volver para repetir todas estas delicias.
Es necesario realizar una reserva para visitar La Alacena de María
Te cuento que La Alacena de María es uno de esos lugares que conquista desde el primer momento. Si entras y te sientas en las mesas bien arregladas de la terraza, te das cuenta de que la elección de este sitio fue una gran idea. La vajilla preciosa y el detalle en cada rincón cohesiona con los platos que sirven. Todo lo que pedimos, desde las marineras hasta el tataki de atún, fue una explosión de sabor que realmente demuestra el cariño que le ponen a su cocina. Y sí, está claro que Javier tiene buenas manos, ¡la comida es una auténtica delicia!
Aunque no todo fue perfecto. El servicio dejó un poco que desear en un par de ocasiones, ya que solo hay un chico atendiendo tanto la terraza como el comedor. El pobre estaba estresadísimo y tuvo que aguantar las quejas de más de uno. Es una pena porque el tipo realmente se esforzaba y, al fin y al cabo, es él quien da la cara por el local. Como consejo, deberían pensar en mejorar un poco esa parte, porque la comida realmente merece un servicio a la altura.
Y mira, si decides ir, ten en cuenta que los precios son bastante razonables, alrededor de 10-20€ por persona en una visita tranquila, pero si quieres disfrutar al máximo de ese tataki y de las bravas reinventadas, es posible que la cuenta suba a 30-40€. Por lo tanto, hacer una reserva puede ser una buena idea, especialmente los fines de semana, cuando el local se llena. Ojalá que en tus próximas visitas logren un mejor equilibrio entre el exquisito emplatado y el servicio, así la experiencia será redonda. ¡Te va a encantar!
Qué se puede esperar del servicio al cliente en La Alacena de María
Y otra vez me quedé encantado con La Alacena de María, esa joyita en el corazón de Cartagena. Cuando hablo de este bar de tapas, no puedo dejar de mencionar la atención al cliente que tienen, que es simplemente de 5 estrellas. Este agosto, cuando estaba buscando algo diferente para comer y me enteré de que, en realidad, no hay menú diario, el dueño se tomó el tiempo de diseñar uno exclusivo sólo para mí. Eso sí que es cuidado al cliente. ¡Me sentí como un rey! Además de sus deliciosos platos, ese detalle es lo que realmente se queda contigo.
Hablando de opciones, el cheff me sorprendió con un Pad Thai que la rompió. Para quienes no lo sepan, es un plato tailandés que mezcla tallarines con un toque bien personal del chef, añadiendo su versión de salsa chili crab, esa deliciosa mezcla que también se ve en platos de Dabiz Muñoz. Pero no se detuvo ahí, porque también disfruté de un solomillo con su parmentier de patata que era de otro mundo y, de postre, la clásica tarta al horno hecha con queso de cabra del campo de Cartagena. ¡Todo un festín!
Por si eso fuera poco, cuando caes en la tentación de ir un jueves, no te puedes perder las “Burguers por el mundo”. No sé qué tienen, pero es como si cada bocado fuera una explosión de sabor. Esa cocina moderna con sus toques clásicos realmente te atrapa. Ah, y no olvidemos cómo su atención al cliente hace que el ambiente sea aún más acogedor. El servicio es muy atento y haces que todo el mundo se sienta como en casa.
Así que, ¿qué puedes esperar del servicio al cliente en La Alacena de María? Simplemente lo mejor. Te tratan como si fueras parte de la familia, y el staff siempre está dispuesto a sorprenderte. Nunca se quedan quietos, siempre mejorándose y buscando nuevas formas de hacerte sonreír mientras disfrutas de una comida exquisita. ¡100% recomendable! Si buscas una combinación perfecta de buena comida y un trato excepcional, no dudes en ir.
La Alacena de María es un buen lugar para grupos grandes
Y volviendo a La Alacena de María, lo cierto es que han tenido días de todo, ¿verdad? Por un lado, hemos oído hablar de platos que no son lo que uno esperaría, como esas alcachofas de bote que, en plena temporada, son un verdadero desacierto. Y no hablemos del costillar a baja temperatura; dicen que era incomible, seco y duro. Para lo que cobran, entre 40 y 50 € por persona, uno espera mucho más. La calidad no coincide con el precio, la verdad.
Pero, ¡ay! De repente, nos encontramos con la otra cara de la moneda. Gente que ha salido de allí con una sonrisa de oreja a oreja, como aquella familia que probó el menú de 10 € y se llevó una grata sorpresa. Los niños encantados con los nuggets de pollo de corral y sus patatas caseras, aunque parece que el ketchup dulce no fue su favorito. Eso sí, los adultos disfrutaron de un risotto con pollo y un mousse de chocolate que lo dejó todo el mundo pidiendo más. Y ni hablar del trato que recibieron; parece que los camareros son un verdadero sol de personas que se preocupan por las necesidades de los clientes, como adaptar platos para intolerancias.
Lo que está claro es que, aunque el local es pequeño y acogedor, el sabor de la comida es memorable y la espera, aunque a veces un poco larga, vale totalmente la pena. Así que, si estás planeando una comida con amigos o en familia, La Alacena de María puede ser una apuesta segura… siempre que elijan bien los platos. Para grupos grandes, puede que no sea el lugar ideal si buscan algo más allá de la experiencia, sobre todo si se presentan problemas de calidad, pero si todos están en la misma sintonía y saben lo que quieren, ¡puede ser un buen rato! Así que ya sabes, ¡quizás hay que arriesgarse y descubrir qué día te sorprenden!
Ofrecen opciones vegetarianas o veganas en su menú
Ya te conté lo que me encanta La Alacena de María, pero aún tengo más que compartir. Las estrellas brillan en esta tapería de Pl. Castellini, 1, bajo, y no estoy hablando solo de su calificación de 5 estrellas. La combinación de sabores que ofrecen es simplemente impresionante. Aunque he notado que han suprimido el postre del menú diario, sigo pensando que su calidad es de las mejores en la zona. Desayunar o almorzar ahí por solo 12€ que incluye aperitivo, primer plato y un plato principal, ¡es un chollo!
Y, sinceramente, el ambiente es estupendo. Si buscas un lugar donde la comida esté a la altura del servicio, este es el sitio. El servicio es rápido y atento, te hacen sentir como en casa, y además los camareros tienen ese toque amistoso que te hace querer quedarte más tiempo. Siempre hay un buen rollo por ahí, lo que te anima a pedir una tapa más y disfrutar de esa buena compañía.
Respecto a si ofrecen opciones vegetarianas o veganas, ¡tienes suerte! Sí que tienen algunas alternativas para aquellos que prefieren evitar la carne. La Alacena de María se preocupa por todos sus comensales, así que si te animas a ir con amigos que son veggie, ¡no habrá problema! ¿Por qué no vamos a probarlo juntos un día de estos? 😄